En este primer juego de las Finales de la NBA entre los Boston Celtics y Dallas Mavericks, apreciamos un dominio casi todo el partido por parte de los Celtics lo que los llevó a quedarse con la victoria 107-89 y arrancar delante en la serie.

Los Celtics fueron un equipo superior y esto no se limita a que anotaron más que el rival, sino a como lo consiguieron. Comenzando por su ofensiva, tuvieron 6 jugadores en cifras dobles, siendo Jaylen Brown su máximo anotador con 22 puntos. De manera colectiva lanzaron para un 47.6% en tiros de campo y para un 38% en disparos de tres puntos (16/42).

Por parte de los Mavericks, Luka Doncic estuvo presente durante todo el partido encestando 30 puntos. Irving, quien está llamado a ser su mano derecha tuvo un partido errado ofensivamente consiguiendo solo 12 puntos con un pobre 31% en tiros de campo (6/19).

Dándole espacio a lo que a mi parecer fue la clave para esta victoria para los dirigidos por Joe Mazzulla, nos adentramos en su defensa y a lo que apostaron en este costado. Una cifra que debe llamar mucho la atención es que Doncic termino con solo 1 asistencia en 38 minutos en cancha, para hacernos una idea, el Esloveno le promedió 12 asistencias en dos partidos de temporada regular a los Celtics y en estos playoffs su promedio es de 8.4 asistencias.

Boston jugó a que lo ganara Doncic con tal de neutralizar a los demás jugadores, privarlos de sus aportes ya que a excepción de Kyrie Irving, son jugadores que se alimentan de los pases de Luka Doncic. Pero esto no se queda ahí, los pases de Doncic llegaron a sus compañeros, menos de lo habitual pero llegaron, sin embargo la poca eficiencia ofensiva los neutralizo y esto se le adjudica a la buena y férrea defensa mostrada por los de casa.

El tema de los rebotes fue un duelo parejo a pesar de la diferencia de puntos, 47 para Boston y 43 para Dallas, pero cuando nos movemos a los bloqueos podemos hacernos una idea del dominio defensivo de Boston quienes tuvieron 9 bloqueos contra un (1) solo bloqueo por parte de los visitantes. Un esfuerzo colectivo, sin duda alguna, pero donde sobresalen las grandes actuaciones defensivas de Kristaps Porzingis y Jaylen Brown.

Si bien es cierto que un primer juego no define nada menos cierto no es el hecho de que puede trazarnos una pauta, sin embargo Dallas ha demostrado ser un equipo que sabe ajustar bien y que tiene las piezas para poder competir y ganar partidos. Los ajustes para el juego 2 se verán de ambas partes y en ambos costados de la cancha.